En los últimos dos años el monopatín dejó de ser un juguete para ser un verdadero vehículo para las personas.

Debido a la pandemia la popularidad de este transporte creció vertiginosamente, esto se debe a que el confinamiento trajo consigo notables cambios en la manera de trasladarse. Subtes, colectivos y trenes dejaron de ser los medios de transporte por excelencia. Las causas son varias: por una cuestión de salud; por una mayor conciencia en el cuidado del medio ambiente e incluso para ahorrar.

El precio de los monopatines va desde aproximadamente 60 hasta 250 mil pesos, y varía de acuerdo a la batería, que es lo que brinda la autonomía (de 60 a 70 kilómetros), y las velocidades (máximas de 25 a 70 km/h).

 Los monopatines vienen con una configuración que es apta para estas velocidades, con doble amortiguación delantera y trasera y frenos a disco.

La principal ventaja que presenta el monopatín es que se vuelve parte de tu cuerpo, al ser plegable permite guardarlo debajo de la cama, bajarlo por el ascensor, andar por la ciudad, hasta entrar al banco.

Por otro lado, la carga es muy sencilla: con un enchufe como si fuera un celular o una computadora, en seis horas está cargado.

Las precauciones que hay que tomar para el cuidado de los monopatines y evitar tener inconvenientes con su uso, están al alcance de los consumidores y son básicamente de dos tipos:

  • Comprar productos con garantía de una marca o con especificaciones que demuestren la calidad de sus componentes.
  • Hacer el uso correcto del producto, tanto al momento de desplazarse con él, como en los modos de cargar sus baterías.


Normas de tránsito en Argentina para circular con monopatín eléctrico

Por ahora son pocas las regulaciones que rigen para este transporte. Es obligatorio:

  • El uso de casco
  • Luz delantera y trasera
  • Chaleco y timbre sonoro
  • Solo debe haber una persona en el monopatín
  • Se debe utilizar en bicisendas o bien en la calle, en caso de que no haya.
  • Está prohibido en veredas y avenidas.